Susana Boragno realizó para el diario 
La Nación, tres notas sobre 
Florencio Molina Campos, que reproducimos integramente.
EL ARTE ETERNO DE MOLINA CAMPOS 
Florencio Molina Campos les ponía fuerza y gracia a 
sus personajes, y su deseo era mantener la imagen y el conocimiento del 
gaucho o del paisano, como prefería llamarlo, y transmitirlo a sus 
contemporáneos y a las futuras generaciones. Sus dibujos estaban 
desprovistos de toda solemnidad académica para que tuvieran una fácil y 
rápida lectura.
Nacido
 el 21 de agosto de 1891 y bautizado en la hoy desaparecida iglesia de 
San Nicolás, Molina Campos estudió en importantes colegios de la ciudad.
 Las vacaciones escolares las pasaba en la estancia paterna, en los 
pagos del 
Tuyú. Disfrutaba mucho de estar entre la peonada. Contó que en
 una oportunidad, unas persistentes lluvias habían inundado el campo. 
"
Ese invierno quedamos rodeados por las aguas. En esos días 
interminables, nuestras distracciones se limitaban a observar el diario 
trajinar de los peones. Solo muchos años después? me decidí a mostrar 
aquel mundo a los demás", relató.
Se dijo que en sus dibujos 
"
coleccionaba gestos de los paisanos". El capataz de la estancia paterna
 era 
Tiléforo Areco (Teléforo), un personaje que después aparecerá en 
sus cuadros. Quiso ser escritor y comenzó con cuentos gauchescos, pero 
le ganaron los pinceles. En
 agosto de 1926 expuso 61 trabajos -"
Motivos Gauchos"-, caricaturas en 
el galpón central de la 
Exposición de la Sociedad Rural de Palermo. El 
público recibe con aceptación las obras, Será el comienzo de una serie 
de exposiciones en el país y 
Francia, Alemania y 
Estados Unidos. 
 
Molina 
Campos iba cosechando amigos, era una persona cordial, auténtica y 
amable. Su gran oportunidad surge cuando la pujante empresa 
Alpargatas 
decide confeccionar unos calendarios con sus dibujos y en marzo de 1930 
firma el contrato para pintar doce obras por el valor de 6000 pesos. La 
primera etapa fue de 1931 a 1936. La aparición de los almanaques fue un 
éxito publicitario único e irrepetible en el país y en el mundo. Los 
estancieros los enmarcaban y los paisanos los pegaban en cartones. Fue 
una combinación perfecta entre la empresa y el artista, ambos se 
beneficiaron por su gran difusión. Hubo una interrelación entre el 
acierto del producto y las imágenes gauchescas.
Se impuso la 
alpargata 
como calzado al ir dejándose la bota. La palabra pasa del árabe 
al-barga
 al español como calzado de cáñamo. En 1935 la firma recomendaba: "
Este 
calendario es una obra de arte y por lo tanto será de aquí a algunos 
años de mucho valor, cuídelos, no doblando de ningún modo". Con esas 
imágenes se hicieron también naipes, postales, carteles, tarjetas de fin
 de año que llegaban a todas las clases sociales. Hubo una segunda 
etapa, entre 1940 y 1945. En esa oportunidad la empresa se aseguró la 
exclusividad en la 
Argentina y 
Uruguay. El artista no pudo hacer ningún 
dibujo sin una expresa autorización.
Ilustró libros, diseñó 
publicidad para varias marcas, en el país y en el exterior. En 1955 en 
el predio "
Los Estribos" de la localidad de 
Moreno, junto a su esposa 
Elvira, abrió una escuela para los alumnos de la zona. 
Molina Campos 
falleció el 16 de noviembre de 1959.
En
 1979 se inauguró su museo en 
Moreno que hoy permanece cerrado por falta
 de recursos. Es de esperar que las autoridades municipales puedan 
acercarse a colaborar.  Ahí se encuentra la mayor parte de sus obras.
EL FUROR POR MOLINA CAMPOS, DESDE TEXAS HASTA NUEVA YORK 
  
Florencio Molina Campos es muy recordado por sus 
inolvidables almanaques de 
Alpargatas. También es interesante poner a la
 luz su intensa trayectoria en 
Estados Unidos. Ésta es la primera  
reseña de esa travesía. 
Su
 primer viaje sucede en 1937, cuando obtiene una beca otorgada por la 
Comisión Nacional de Cultura. Su deseo es dedicarse a producir films 
educativos para enseñar sobre la vida y las costumbres del gaucho. Llega
 a 
Nueva York y 
The Evening Star de 
Washington le dedica un artículo de cinco columnas con su foto. Uno de sus primeros trabajos fue una tarjeta navideña: 
El gaucho Lindor Pintor en Nueva York. La revista
 Life titula: "
F. Molina Campos. He paints the cowboys of Argentina Pampas". 
Time, en la sección 
Arte, publica una nota del artista con dos reproducciones de sus obras.
The Geographical Magazine
 recrea una boleada de avestruces de 
Alpargatas en un artículo sobre 
América del Sur y hace una referencia al pintor. El 25 de Mayo da una 
charla en la 
Universidad de Columbia, donde habla de la patria y de la 
vida argentina. Se lo llama el "
gran intérprete de los gauchos". Expone 
en 
Palm Springs, en
 California. Se hacen eco los periódicos de 
Texas, 
Los Ángeles, Kansas, etc. Sus trabajos impactan. Dona varias obras para 
una exposición permanente en la 
Universidad de Texas en
 Austin.
Los 
diarios
 La Opinión, de la
 República Dominicana; El Relator, de
 Colombia; Mi Diario, de
 Chile, y El Comercio, de
 Lima, traen importantes artículos sobre el artista.
La revista 
Liberty
 lo contrata para hacer una serie denominada "
Andanzas de un gaucho en 
Nueva York". La firma 
Shell, confiada en el éxito de sus dibujos, encara
 una campaña publicitaria de seguridad vial que aparece en las revistas 
Life y
 Collier, entre otras
A su regreso, en julio de 1939,  la revista 
Caras y Caretas publica
 a todo color y doble página: "
Molina Campos viene de pasear por Estados
 Unidos a sus famosos gauchitos". En 1942, 
Disney lo contrata para que 
lo asesore para hacer tres cortos: "
Saludos amigos", "
Goofy se hace 
gaucho" y "
El gaucho reidor". 
Molina Campos se da cuenta de que las 
películas estaban muy avanzadas y que contenían errores fundamentales, 
fruto de los pocos conocimientos del campo. El arreglo económico era muy
 ventajoso y le daba prestigio, pero desiste de realizar el trabajo. 
Nelson Rockefeller lo invitó a su rancho en 
Texas para que pintara los 
cowboys de la misma manera que los gauchos. 
Molina Campos convivió un 
tiempo con los grandes jinetes participando de los rodeos, pero le dijo:
 "
No puedo mentirle: pintaría sus cuerpos y sus ropas, pero jamás 
penetraría en su alma. No quiero estafarlo".
Disney
 lo invita a una noche de gala en el 
Metropolitan Opera House y tiene la
 sorpresa de compartir el palco con 
Charles Chaplin. "
Cuando yo era 
joven, nunca olvidaré que lo vi a usted en Buenos Aires en nuestro 
Teatro Casino en un espectáculo llamado Tingel Tangle", le recuerda. Expone junto a 
Disney en 
Laguna Beach Art Gallery. 
La Opinión
 de
 Los Ángeles publica un artículo con la foto del artista y la 
reproducción de un cuadro: "
Artista argentino conquista numeroso y 
entusiasta público".
MOLINA CAMPOS CAUTIVO CON SU ARTE A LOS ESTADOS UNIDOS 
Florencio Molina Campos realizó cuatro viajes y vivió 
siete años en 
Estados Unidos. Fue apreciado, buscado y hasta disputado. 
También mimado y admirado sin condicionamiento de ningún tipo. En esta 
segunda nota ampliamos el registro de sus actividades y el suceso que 
provocó en el público y los artistas norteamericanos de la primera mitad
 del siglo pasado.
En los primeros años de la década del 40, la 
revista 
Newsweek edita un poster de 
Molina Campos titulado "
América 
Unida es la Paz del Mundo"  un cowboy de a caballo que le tiende la mano
 a un gaucho también de a caballo que lo espera con la mano abierta. 
Posteriormente la misma revista dedica un artículo titulado: "
El gaucho 
de los gauchos".
Su
 presencia era una auténtica tentación para las empresas comerciales. La
 firma 
Minneapolis-Moline Power Implement Co, especializada en la 
fabricación de implementos agrícolas, lo contrata para publicar una 
serie de almanaques con imágenes del campo argentino. El primero aparece
 en 1944 y siguió consecutivamente hasta 1958.
El príncipe 
Guillermo de 
Suecia le agradece el cuadro obsequiado de un gaucho. 
También el presidente de 
Estados Unidos, Dwight Eisenhower, y le cuenta 
que ocupará un lugar preferencial en la 
Casa Blanca. Sucederá lo mismo 
con 
Richard Nixon. Era común hacerlo en atención por haber sido invitado
 como huésped oficial y por el trato recibido.
En
 1949 se encuentra con un fabricante de telas que quiere usar sus 
motivos gauchescos Llegará a un acuerdo con el señor 
Shapiro y las telas
 saldrán a la venta. En todos los viajes llevaban la bandera 
argentina y un tarrito de tierra del rancho de
 Moreno, que lo besaba "a 
hurtadillas" cuando sentía nostalgia. Compró un auto 
Ford para recorrer 
el país y una casa en 
Pacific Palisades, California.
Adaptó la vivienda a
 la manera de un rancho criollo. El cónsul argentino en 
Los Ángeles,
 Lazcano Tegui, organiza la fiesta del 25 de mayo en su hogar. 
Molina 
Campos convierte el garaje en una pulpería y en la puerta ata un caballo
 con su montura. Asisten gauchos y cowboys. 
Florencio tuvo la 
oportunidad de enseñar a 
Fred Astaire a bailar malambo en los estudios 
de la 
Paramount.
Es invitado a exponer en el museo de 
San Francisco y en la revista 
Examiner comenta
 el crítico de arte 
Alexandre Fried: "
Cuando vi las caricaturas del 
argentino pensé que era el hombre para ilustrar Don Quijote". En 
Nueva York se publica el libro 
Vida gaucha, con textos en castellano para estudiantes de nivel primario con ilustraciones del pintor.
En
 un reportaje realizado en 
Nueva York dijo: "
El cine para mí es el 
instrumento educativo de nuestra época, por excelencia, para la difusión
 del costumbrismo folklórico y para que no se borre jamás la fuente 
inspiradora de nuestra nacionalidad: el gaucho". La firma aérea 
Panagra edita afiches y postales con trabajos de 
Molina Campos. Dos 
anglo-argentinos, aviadores de combate en 
Inglaterra, miembros de la 
Real Fuerza Aérea destacados en la 
India, pintaron en los aviones, sus 
personajes.
Will Rogers, humorista norteamericano recorrió el 
mundo con su espectáculo de vaqueros y jineteadas, Se convirtió en uno 
de los más grandes admiradores del artista argentino. Todos los años, 
mandaba a pedir a 
Buenos Aires los almanaques de 
Alpargatas y decía: 
"
Este hombre sabe más que yo de campo".