lunes, 30 de noviembre de 2015

NOVEDADES del DIBUJO y la ILUSTRACION (LXXVII)






Recientemente se inauguró en la ciudad de Córdoba, Argentina, la muestra 25 Años de Premios ADEPA; que anteriormente se había presentado en Buenos Aires, Rafaela y San Salvador de Jujuy. Posteriormente seguirá itinerando por diversas ciudades.
La exposición consiste en 73 trabajos correspondientes a fotógrafos, caricaturistas e ilustradores que fueron ganadores de los premios Adepa en los últimos quince años. Estas distinciones se entregan desde el año 1989 y cuentan con 19 categorías en las que se destaca la labor de periodistas, dibujantes, editores y demás profesionales vinculados a la prensa gráfica. Así lo informaron el diario LA NACION y la propia ADEPA








A través del sitio 40 FAKES conocemos parte del trabajo de la artista ucraniana Nadiila Cherkasova
 






 En Madrid se realizaron recientemente 3 exposiciones de artistas que marcaron rumbos en el siglo XX.
Se trató de Edvard Munch (1863-1944) presentada en el Museo Thyssen, de Vassily Kandinsky (1866-1944), en el Centro Cibeles y Max Bill (1908-1994), en la Fundación March.Así lo comentó el diario PAGINA 12









Diego Parés acaba de presentar su nuevo libro Humor Petiso, editado por EDHASA, donde reproduce algunos de sus trabajos que diariamente publica en el diario La Nación. Así lo comenta el blog SOBRE HISTORIETA . Además este hecho sirve para proporcionarles enlace a una entrevista de ENTRECOMICS  de 2013, donde el artista nos cuenta sobre el humor de los ´90.






A través del blog NUNCAloSABRE conocemos el trabajo de la ilustradora francesa Malika Favre, que actualmente está radicada en Londres y trabaja para importantes medios como el New York Time.



















martes, 24 de noviembre de 2015

CUANDO la HISTORIETA se PONE SERIA (2da. PARTE)


Segunda parte de la nota de Natalia Blanc, para el diario La Nación




Entre las adaptaciones al cómic de obras literarias que pueden conseguirse en las librerías argentinas se destacan las que publicó Ediciones de la Flor, en su colección de novela gráfica. Una es El extranjero, de Camus, con textos de Juan Carlos Kreimer e ilustraciones de Julián Aron. Cuenta Daniel Divinsky: "Compramos los derechos de Fahrenheit 451 y Las crónicas marcianas, de Ray Bradbury.





Publicamos además Lo mejor de Poe, una excelente adaptación de cuentos de Poe y de su poema El cuervo, con guión e ilustraciones de Edu Molina. También una versión estupenda de La invención de Morel, de Jean-Pierre Mourey, un francés devoto de Bioy. Y está por aparecer una versión de El caso del hombre de los lobos, de Freud, ilustrada por Richard Appignanesi".








Otros sellos nacionales independientes, como Editorial Común, de Liniers, han publicado novelas gráficas de autores extranjeros, como el canadiense Guy Delisle, uno de los referentes del género, autor de Shenzhen, Pyongyang y Crónicas birmanas.




Delisle ganó en 2012 el premio a la mejor obra del festival del cómic de Angoulême, con Jerusalén. Crónicas desde Tierra Santa, publicado en 2013 por Editorial Común.

Delisle suele marcar la diferencia entre su trabajo y el de otro referente del género, Joe Sacco, a quien admira: "Él hace periodismo y yo, una postal dirigida a mis conocidos". Sacco, autor de La gran guerra (Reservoir Books), entre otros títulos, y Delisle fueron invitados al país en los últimos años para participar de festivales de historieta y de literatura.






Diferentes en estilos, técnicas y miradas, ambos reconocen una misma influencia: Maus, de Art Spiegelman, que ganó el premio Pulitzer en 1992. Allí, Spiegelman narra la historia de un sobreviviente del Holocausto: Vladek, padre del autor, le cuenta a su hijo los terribles días que vivió durante el nazismo. La edición publicada por Emecé fue traducida por César Aira.







Con Maus como célebre antecedente, el periodista Julián Gorodischer se animó a narrar historias de mártires y sobrevivientes en Camino a Auschwitz. Entre las razones por las que eligió la historieta, el periodista destaca: "La tendencia creciente en todo el mundo a abordar lo real desde el cómic". Explica: "El relato de realidad en cómic se nutre tanto de la reportería clásica como de la historieta, que aporta un permiso mayor para vincularse con un concepto menos aplastante de «verdad» narrativa. Joe Sacco la llamó «verdad gráfica esencial» y exige fidelidad a la memoria del acontecimiento y algunos elementos de ficción". También, un punto no menos importante: el encuentro con el dibujante Marcos Vergara, que "reúne los requisitos que exige la creación de una crónica gráfica: es dibujante documental, se motiva y avanza en el contacto con el testimonio directo, la foto, el manuscrito, el ejemplar incunable".





En el libro, el autor fusiona ficción e historias reales; crónica y biografía. Los tres personajes centrales (Paie, Berl y Luba) son tíos abuelos de la rama materna. Muchas de las historias y los mitos recreados en las viñetas forman parte de las anécdotas familiares que escuchó desde la infancia.
Para Vergara, este trabajo en particular le presentó nuevos desafíos: "Crear personajes con personas vivas, que probablemente leerían el libro y que aparecen en el relato en situaciones graves, de una gran profundidad emocional. También, por el tema histórico abordado, debí encontrarme constantemente con imágenes muy duras. La paleta de colores tan variada y luminosa que usé fue un modo inconsciente de poder sobrellevar el dolor de esas imágenes".









jueves, 19 de noviembre de 2015

CUANDO la HISTORIETA se PONE SERIA (1RA.PARTE)



Primera parte de la nota de Natalia Blanc, para el diario La Nación




A quinientos años del nacimiento de Teresa de Ávila, un equipo de guionistas y dibujantes argentinos y uruguayos se enfrentó a un desafío descomunal: trasladar al lenguaje del cómic los bellísimos textos de la obra El castillo interior o Las Moradas, considerada un testimonio místico y uno de los ejemplos más perfectos de la prosa del Siglo de Oro español.

Las Moradas, de Santa Teresa de Jesús tiene un prólogo y una biografía en historieta y ofrece una adaptación ilustrada de las siete moradas que la fundadora de las carmelitas descalzas escribió en 1577.





El proyecto, impulsado por la Oficina de Cooperación Española y el Centro Cultural de España en Buenos Aires, fue coordinado por Alejandro Farías, autor, historietista y uno de los fundadores de la editorial Loco Rabia, especializada en el género. En 2013, Farías estuvo a cargo de la adaptación al cómic de las Novelas ejemplares, de Miguel de Cervantes Saavedra. Junto con el ilustrador Marcos Vergara, publicó tres títulos de la serie Teatro en Viñetas (con obras de dramaturgos como Roberto Cossa y Mauricio Kartun) y prepara un cuarto volumen para octubre. Vergara, que ilustró la biografía de Santa Teresa con texto de Leo Sandler, es también el dibujante del libro Camino a Auschwitz y otras historias de resistencia, de Julián Gorodischer.




"La historieta tiene la capacidad de abarcar varios lenguajes, de tomar aspectos de la literatura, del cine, de la plástica y utilizarlos para crear algo nuevo, que no es ninguna de esas cosas y que parece hablar a la generación educada en Internet con un lenguaje que los incluye", dice Juan Duarte, consejero cultural de la embajada de España y responsable del proyecto de Santa Teresa. Al igual que con las Novelas ejemplares, buscaron llevar los textos a un público amplio. "Queremos decirle a la gente que Cervantes y Teresa de Jesús no hablaron para una elite de intelectuales; que pretendían que sus textos llegaran a muchos para servir de instrumentos de reflexión, de diversión [en el caso de Cervantes], de guía espiritual [en el caso de Teresa], y que, siglos después, siguen vigentes. Pero el común de los lectores no se acerca a esas obras por respeto o porque piensan que no son para ellos. Creemos que la historieta tiene el poder para hacerles cambiar de opinión."




 Para ilustrar y guionar cada morada, Farías convocó a distintas duplas creativas. Participan, entre otros, Max Aguirre, Pedro Mancini, Patricio Delpeche, Jorge Quien y Fernando Calvi. "Después de analizar las obras de Santa Teresa, llegamos a Las Moradas, que se podía adaptar con varios autores. Hay dibujantes más realistas y otros más abstractos. Pedro Mancini, por ejemplo, hizo un trabajo increíble, casi sin texto. Otros nos apegamos más al original", cuenta Farías, que escribió los guiones de la primera y la cuarta morada. Duarte destaca el trabajo de Jorge Quien, autor de la sexta morada, que incluyó una referencia a El éxtasis de Santa Teresa, de Gian Lorenzo Bernini.


 Cuando se trata de traspasos de un género a otro (ya sea novela, teatro u ópera, como en el caso de Jenufa, que Farías y Sandler llevaron a historieta), el resultado siempre es una obra distinta. En eso coinciden tanto autores como dibujantes: "Son dos lenguajes distintos. El texto de Santa Teresa tiene tal riqueza que, al adaptarlo a viñetas, no perdió fuerza ni poética", asegura Farías.

Muestra sobre el libro que se realiza en el MUSEO LARRETA

ENLACE a LOCO RABIA , con detalles y material gráfico













martes, 17 de noviembre de 2015

NOVEDADES del DIBUJO y la ILUSTRACION (LXXVI)





El mes pasado se realizó en New York el festival de comics e historietas Comic Con. Así lo comentó a través de un enviado especial el diario PAGINA 12  y por medio de TOP COMICS accedemos a un video de lo acontecido.







A través de NUTRE MAGAZINE , accedemos a un reportaje al ilustrador español Luis Royo. Complementamos la nota con sus antecedentes en WIKIPEDIA y el acceso a su SITIO OFICIAL de internet.








La muestra Joaquín Torres-García: The Arcadian Modern se llevará a cabo desde el domingo 25 de octubre hasta el 15 de febrero de 2016  en el sexto piso del prestigioso Museum of Modern Art (MoMA), un referente mundial del arte moderno ubicado en el corazón de Nueva York. Se trata de una retrospectiva comprensiva sobre Torres García, que abarca desde sus primeras obras en Barcelona a finales del siglo XIX hasta las últimas realizadas en Montevideo en 1949. En total incluye 190 pinturas, esculturas, frescos, dibujos y collages. Así lo comentó , extensamente, EL OBSERVADOR , de Uruguay.







El sitio LaPIEDRAdeSISIFO nos propone un juego: El de adivinar un autor literario a través de sólo una ilustración.







En los trabajos del estadounidense Joseph Veazey podemos apreciar una mezcla de ilustración y diseño gráfico, que lo lleva a incursionar incluso al mundo de la moda. Esto lo podemos apreciar en el sitio YOUNG OFFENDERS , que tambien nos proporciona acceso al su portfolio. 


















jueves, 12 de noviembre de 2015

La laureada ilustradora JUTTA BAUER visita ARGENTINA






La premiada ilustradora alemana llegó al país para la apertura del festival Filbita y el diario La Naciónl le realizó un reportaje a través de Alejandro Lingenti, que reproducimos

Jutta Bauer: "Es muy importante sentir lo que se dibuja"


Jutta Bauer es una de las ilustradoras de libros infantiles más importantes de Europa. Autora de Madrechillona -con el que ganó el Premio Nacional de Literatura Infantil de Alemania en 2001- y de la popular serie Emma, llegó esta semana a Buenos Aires para ofrecer talleres gratuitos para niños y profesionales del sector, participar de un foro de traducción y compartir, hoy a las 19, con el público su cruce epistolar con Isol, la ilustradora argentina que en 2013 ganó el premio Astrid Lindgren, uno de los más prestigiosos de la literatura infantil y juvenil, creado por Suecia en 2003.





Bauer, que en 2010 ganó el prestigioso Hans Christian Andersen ( ver informe en INFOMUDI ) llegó al país invitada por el Instituto Goethe de Buenos Aires, en el marco del Filbita, que tendrá lugar entre hoy y el domingo. Ese día, en el Espacio Cultural Sur, ofrecerá a las 16 un taller para chicos: La reina de los colores.

¿Cómo habrá sido la infancia de esta artista que dedica su trabajo a los niños? "Era muy mala para las matemáticas y las ciencias, pero mi padre era maestro y me apoyó mucho, era una persona muy abierta y muy generosa. Permitió que siguiera siendo zurda, algo que en mi época se intentaba «corregir». Siempre me decía: «Papel y lápiz vas a tener siempre, más no necesitás». Si me hubiesen torturado mandándome a escuelas de arte de pequeña, creo que me habría dedicado a otra cosa."
Cuando ya era muy notorio que lo suyo no eran las disciplinas científicas, Bauer huyó de la escuela secundaria tradicional e ingresó a una dedicada a los oficios. Obviamente eligió la ilustración, y muy pronto empezó a ser una de las estudiantes de Hamburgo más hábiles para el diseño de panfletos y carteles con consignas referidas a la política, un tema que aún hoy la apasiona. "Dibujé durante mucho tiempo para distintas revistas universitarias de Hamburgo -cuenta-. Y mi pasaje al trabajo profesional fue muy fluido: de un día para el otro, casi sin proponérmelo, ya estaba publicando libros."





Menos es más

Defensora a ultranza de la simpleza en su oficio, Bauer sostiene que su objetivo principal cuando dibuja es "la calidez". Muchas veces, señala, ve ilustraciones que no le gustan y se pregunta por qué: "Y casi siempre la respuesta es que son frías, que no me tocan el corazón y que son inútilmente complejas. Charlo con mi hijo sobre el tema y me doy cuenta de que cuanto más sencillo es mejor. Intento no perder mi espíritu infantil, pero no pretendo ponerme en el lugar del niño. No me gusta el arte pedagógico. Se nota enseguida que un dibujo pensado de esa manera no tiene alma. Y es muy importante sentir lo que se dibuja: para dibujar un perro triste hay que sentir tristeza, no se puede crear a partir de la intelectualización. Volviendo al tema de la sencillez: siempre menos es más, ése es un buen consejo para un ilustrador infantil. Estuve viendo un rato Paka-Paka y me pareció muy feo. Si ya tienen personajes tan coloridos, ¿por qué no usan fondos más neutros? No me parece buena idea llenar de estímulos visuales a los chicos. Por otra parte, no hay que subestimar a los chicos. Selma, por ejemplo, no es un libro infantil. Lo pensé desde un primer momento como un cómic para adultos. Pero los libros están a disposición de todos: si un niño lo lee y le sirve, me parece maravilloso. Y eso ocurre".





Consciente de la necesidad de prestar atención al avance tecnológico, Jutta ha creado algunas aplicaciones con sus ilustraciones, pero también advierte sobre el problema del acceso: "No todos los chicos tienen llegada a los mismos consumos culturales. Y la televisión, que es un medio que llega a todos, está casi siempre pensada para incentivar el consumo de productos comerciales, de mercancías", remarca.
El interés de Bauer por la política no es una simple rémora de su juventud, es evidente. Hoy sigue preocupada por el tema y tiene una opinión clara sobre la situación de Europa: "Los que tenemos una determinada visión de las cosas estamos hoy en alerta -afirma-. La derecha ha resurgido en Europa como los hongos después de una lluvia cálida, es alarmante. Mi hijo trabaja en el sector de redes sociales del Partido Verde alemán y está muy impresionado por el tono de lo que dice ahí mucha gente. En los últimos tres o cuatro años, la violencia verbal ha crecido hasta niveles difíciles de tolerar. Al mismo tiempo, ha aparecido una fuerte ola de solidaridad con la inmigración, gente que se había pasado veinte años sentada muy cómoda en el sillón de su casa y ahora está muy comprometida y trabaja ad honórem en los refugios. Creo que la propia Angela Merkel ha tomado conciencia del problema. No soy una admiradora de su gobierno, está claro. Pero ella sabe que Alemania debe ocuparse del tema, que no puede mirar para otro lado como hizo durante años."




Jutta Bauer

Profesión: ilustradora
Edad: 55 años
Origen: Alemania

Carrera en mayúsculas

Es autora de los libros infantiles: La reina de los colores (2001), Madrechillona (2001), El ángel del abuelo (2002), Selma (2009) y la serie Emma.
Ganó en 2010 el Premio Hans Christian Andersen, el más alto reconocimiento internacional concedido a un autor y a un ilustrador de libros para niños y jóvenes.
Creó la fundación Stiftung Illustration, dedicada a la promoción de la literatura gráfica infantil.









lunes, 9 de noviembre de 2015

CARLOS NINE ilustra CRIMEN y CASTIGO






CARLOS NINE PRESENTA SU VERSION DE CRIMEN Y CASTIGO

“Poco a poco, Dostoievski se fue apoderando de mí”

El gran artista argentino ilustra el clásico de Feodor Dostoievski en fascículos coleccionables gratuitos que todos los miércoles acompañarán la edición de Página/12. “Son tres o cuatro ilustraciones por fascículo y 24 entregas”, adelanta el dibujante.

 Por Andrés Valenzuela, para Página 12, domingo 8 de noviembre de 2015




“En lugar de ‘crimen’, le vamos a poner ‘muerte’, y para que impacte más, que sean varias muertes, ‘Muertes y castigos’ va a sonar más irónico”. Un editor francés le dio esa explicación a Carlos Nine para renombrar su primer libro en las galias: Meutres et chatiments, que originalmente iba a llamarse Crimen y castigo, en una clara alusiva a Feodor Dostoievski. “Era un homenaje a este muchacho que ahora estoy ilustrando”, recuerda el talentoso artista argentino. 

La noticia de Nine trabajando sobre ese clásico de la literatura rusa es una novedad muy grata por numerosos motivos. El primero de ellos es que es una obra que verá la luz cada miércoles a partir del 11 de este mes, en fascículos coleccionables gratuitos que acompañarán a Página/12. “Son tres o cuatro ilustraciones por fascículo y 24 entregas”, puntualiza el dibujante. Un lujo para los admiradores del creador de Fantagas, Keko el mago y otra cantidad de grandes títulos. Un lujo, además, que verá la luz primero en Argentina, después de años de un cuarto de siglo de publicar casi toda su obra primero en el exterior, antes de recalar en las bibliotecas de sus compatriotas.





La ocasión sirve de excusa para una entrevista en su espacioso taller del barrio bonaerense de Olivos. El grabador del cronista, incluso, acaba entre los bocetos a lápiz y carbonilla que Nine prueba constantemente. La pila es altísima y lo que llama la atención primero es que cada página reboza de pruebas de posturas de los personajes y ensayos de composición con el entorno. “Esos son mis apuntes, después los que me parecen mejor logrados terminan en el scanner y los coloreo con la computadora”, explica. “No tengo tiempo para ponerme a hacer acuarelas ni ese tipo de cosas, pero está quedando bien, interesante”, asegura. Lleva hechos alrededor del 30 por ciento de los fascículos y eso significa, también, que volvió a meterse en el ritmo de publicación de los medios masivos nacionales, después de mucho tiempo de dedicarse casi exclusivamente a la lógica de los libros.

El proceso de trabajo promete mucho, a juzgar por lo que se ve en los bocetos. “Empecé a dibujarlo, cómo te puedo decir, tratando de controlar todo, pero al poco tiempo me di cuenta de que Dostoievski se apoderaba de mí y los dibujos se empiezan a poner cada vez más locos junto con la novela”, confiesa. “Evidentemente hay una sensibilidad bastante parecida, porque yo nunca fui un dibujante mesurado, metódico”, reflexiona y se compara con Jean Giraud, es decir, con el francés Moebius. “El era un tipo de una enorme creatividad pasada por el filtro de la racionalidad, a mí a veces me cuesta utilizar la racionalidad”.





–¿Había hecho algo con Dostoievski antes?
–Jamás había hecho Crimen y castigo. Lo había leído cuando era muy jovencito, lo leí de nuevo y no era la idea que recordaba. ¿Viste que con el tiempo se va modificando la imagen que tenés de algo? Por ejemplo, yo cuando era joven vi El submarino amarillo, de Los Beatles, y siempre pensé que era una gran película. La vi de vuelta hace cuatro años y me pareció una porquería. Se modifica totalmente porque no sos el mismo tipo al volver a ver la película o releer el libro.

–¿En este caso qué le pasó?
–La primera vez me pareció una cosa complicadísima. Ahora me doy cuenta de que te podés dar cuenta todo lo que es Rusia leyendo el libro. No lo que es físicamente, sino el espíritu ruso. Está lleno de reflexiones, cambia y te enriquece todos los diálogos con observaciones. Es como un relato cubista: el tema se ve desde un montón de ángulos, eso es muy interesante.






–¿Qué espíritu ruso encontró ahí?
–Primero que son tipos de una efusividad casi insoportable, incluso para nosotros que somos latinos. Y eso que se supone que los eslavos son más fríos y toda esa tontería que se repite todo el tiempo. Están siempre al borde del llanto, de la ira, de la acción. Dista totalmente de una novela francesa, que es otra racionalidad. Pero aparte lo increíble de este tipo es como en una novela totalmente pasional como esta controla absolutamente todos los elementos que pone en juego, que no son pocos, ¿no?

–¿Cómo abordó el trabajo, entonces?
–Yo me acuerdo cómo era la historia, pero ahora no quise leerla completa. La voy leyendo a medida que me llegan los capítulos e ilustro. Creí que el tipo iba por un lado y no, va por otro, y cada vez amplía más la trama, se aleja del guión original y empieza a meter otros protagonistas. Es impresionante. El texto tiene una riqueza tal que uno debería leer entero el libro, desarmarlo e ilustrar los trozos en los que está armado. Es un libro muy complejo. Es como una caja rusa de sorpresas. Sacás una cosa y hay otra, y otra. No es raro que hayan inventado la mamushka.






–¿Y desde lo formal?
–Acá encontré un método que puede servir, pero todo el tiempo estoy reflexionando sobre lo que hago. ¿Cómo te puedo explicar? Hay dibujantes que ya tienen un sistema. Y dentro de ese sistema, tienen todas las soluciones. Yo tengo una cierta intuición, que por ahí puede andar, pero puedo retroceder, avanzar o irme por el costado. Yo admiro mucho a los tipos que corren riesgos, incluso cuando dibujan. Pero sobre todo cuando viven, cuando hacen política. Con las fórmulas, como son duras, te aburrís. Conozco dibujantes que hace cincuenta años están haciendo las aventuras del Payaso Pirulete, ¡no podés vivir así toda la vida! Inventá otra cosa, agarrá por otro lado.

–¿Acá qué soluciones nuevas o que no había usado antes encontró?
–Bueno, yo dialogo mucho conmigo mismo cuando dibujo. Entonces hay dibujos que me salen más corajudos, más audaces que otros. Capaz después los veo y me asusto y vuelvo a ser más conservador. Después avanzo otro poco, toda esa lucha la tengo mientras estoy dibujando. Hoy miraba cosas que ya entregué y decía para mí “Uy, acá se me fue la mano, estuve demasiado guapo”.





–¿Por qué se le fue la mano?
–Porque vos tenés que estar pensando cuando ilustrás que no es una cuestión para vos, que hay un tercer elemento que es el espectador. Yo tampoco se la quiero poner muy fácil, quiero que el tipo piense, elabore, que intervenga decodificando, pero a veces no tiene que ser tan fuerte la clave como para que no pueda entrar.

–¿En qué lector está pensando para esto?
–En un lector genérico inteligente. No estoy dibujando para un lector de Nik, nunca voy a tener ese mal gusto. Pero asimismo trato de que tenga no muchas dificultades para entrar. De todos modos, el protagonista de esto es la lectura. En este caso, siempre creo que la imagen trata de redondear una idea, pero cuando tenés un texto tan importante, el protagonista es Dostoievski, no soy yo.
No es la primera vez que Nine ilustra un texto literario. Desde Crónicas del ángel gris, de Alejandro Dolina, hasta la fecha abordó a muchos autores, como Elsa Bornemann y William Shakespeare, además de sus trabajos personales y la enormidad de páginas inéditas que se almacenan en su estudio. Por eso, confiesa, jamás se hizo “mucha mala sangre” por publicar más afuera que en el país, ni tampoco se enloquece por esta suerte de regreso. “Es que yo siempre dibujé para mí, no tengo una desesperación por aparecer”, explica. “No es mi objetivo en la vida publicar dibujos, vivo de esto hace bastante tiempo, pero digamos que me completa como persona”, afirma.






–¿Y lo que no se publica?
–Lo que se publica es el 30 por ciento de lo que dibujo. Todo el resto lo hago para mí y está acumulado en carpetas acá, que no se vio nunca. No tiene el objetivo de ser publicado. En cambio tengo amigos dibujantes, que no tiene sentido decir quienes son, pero son tipos muy conocidos, que me dicen “la desgracia que tengo yo es que no puedo dibujar para mí, todo lo que dibujo se publica”. Y vos no podés estar así. Tenés que relacionarte con el oficio, tener un diálogo, ver cómo respondés y cómo te encontrás con un desafío nuevo. Probarte hasta dónde podés llegar. Eso no podés hacerlo si publicás todo el tiempo. Después elegirás qué publicar, esto me gusta, esto sí. Pero en montones de pruebas que uno hace, y si no tenés tiempo porque sos tan solicitado que no tenés posibilidad temporal de hacerlo, o porque ya te acostumbraste y no hacés otra cosa... es jodido. ¿Cada vez que tocás el violín es para grabar un disco? No, tenés que ir probando, a ver qué te sale. ¿Sino cómo hacés?

–¿Qué prueba para usted mismo?
–De todo. ¿Ves eso que está ahí? Es un relieve. Todas esas esculturas jamás salieron publicadas, pero son cosas que yo necesito hacer. Yo soy mi propio cliente. Es muy difícil de explicar, pero necesito hacerlo porque forma parte de mi personalidad. Esto hay que tomarlo como una vocación. Si querés, como un acto de fe en el futuro, en las posibilidades del hombre, no solamente como un laburo. Tengo amigos que estudian dibujo, o estudiaron, para ver si publican algo y después les hacen un reportaje. Eso no creo que sea el objetivo. Si eso sobreviene, está perfecto, pero una persona tiene que tener algún tipo de relación amigable con uno mismo. ¡Sino se arma un despelote! Hay que hacerse amigo de uno.





–¿Y cuál es su relación con el trabajo, con usted mismo?
–Primero es una relación de sinceridad, no hay que engrupirse. Hay cosas que no me salen, otras me salen mejor. Y otras que con el trabajo constante voy mejorando en una pequeeeeeña medida. Yo tengo devoción por un tipo que se llamaba Alberto Breccia. Además de que fuimos amigos y hablé mucho con él. En Internet están los videos donde él habla, también está el libro de diálogos que Juan (Sasturain) sacó con él. Y ahí el tipo dice: “Yo era un dibujante modestísimo, de pocos recursos”. En realidad, era un dibujante malo, pero con el trabajo fue creciendo. Esa confesión, de que un tipo se ve como un dibujante de limitadas cualidades naturales, pero que se supera con el trabajo, ¡eso es extraordinario! Yo conozco tipos que publican en los diarios todos los días su monito y ni se les pasa por la cabeza pensar que son dibujantes elementales. El tipo cree que es dibujante. No, dibujante es el que conoce sus limitaciones y se pone a buscarle la vuelta, a ver cómo hace con esos pocos dones que alguien le brindó. Yo creo que soy un pésimo dibujante, pero insistiendo...
El gesto de incredulidad provoca la reacción de Nine. “No, no, ¡es que es así! Por eso lo considero al Viejo (Breccia) como el que te dice ‘no te engrupás’, es con el trabajo que algo te sale”.














miércoles, 4 de noviembre de 2015

JUGUETES y PUBLICACIONES ANTIGUAS en el MUSEO del HUMOR






Originalmente planeada para las vacaciones de invierno, la muestra Otras Generaciones, Juguetes y Publicaciones, realizada en el Museo del Humor, se extendió hasta el 8 de noviembre, debido al gran éxito de público.




En la misma se exponen juguetes de la primera mitad del siglo XX tales como soldaditos de plomo, autitos, títeres, muñecas y juguetes para niñas, un tren a escala instalado en una maqueta que funciona intermitentemente, autos a escala, un remociclo, etc. Todos ellos de la colección de Elías Marcus y Sra.




En una vitrina se exponen juguetes caseros y populares como baleros, figuritas, bolitas, un teléfono de lata, honderas, etc; de la colección de Jorge Meijide.




Acompañan la muestra de juguetes: publicidades en originales y copias de periódicos, algunos de 1910; libros y revistas infantiles y juveniles; originales de libros de texto de la década de 1940; carteles publicitarios de materiales relacionados con la infancia y adolescencia y originales de ilustraciones de la colección Robin Hood. Estos pertenecen a la colección del Museo del Dibujo y la Ilustración




Así lo informaron AGENCIA UCESRAPIDIARIO , el CANAL DE LA CIUDAD  y el programa  COLECTIVO IMAGINARIO ( a partir del minuto 6.25 )