Reproducimos una nota del diario
El País, de
España; donde además de comentar acerca del
Oscar 2015 de
Animación, proporciona numerosos enlaces a notas y trailers de films.
La animación no es cosa de niños
Los Oscar se abren a filmes de dibujos más experimentales y arriesgados
Por Rocío Ayuso, desde Los Angeles, California.
Ha pasado una década desde que
Los Increíbles
marcó un antes y un después en el campo de la animación. El trabajo de
Brad Bird para los estudios
Pixar es visto entre los profesionales como
una cima repetida, e incluso superada, en otros filmes como
Toy Story 3,
también de
Pixar y también
Oscar al mejor largo animado. Los estudios
Pixar se han llevado siete de los 14 oscars concedidos en esta categoría
desde su creación. Y sin embargo, si hay algo seguro en la próxima
ceremonia de los premios de
Hollywood es que
Pixar no se llevará ni un
galardón. Por primera vez en la historia de los
Oscar, los estudios que han
contribuido al renacimiento de la animación no tienen un filme en
competición al no contar este año con un estreno. Esta certeza abre un
mar de dudas porque en una industria que parecía monolítica —controlada
durante años por grandes como
Disney,
DreamWorks o
Pixar,
los únicos capaces de hacer una inversión por encima de los 120
millones de euros que cuestan los estrenos animados al uso— han surgido
nuevos contendientes hasta debajo de las piedras.
Este año la
Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas ha aceptado a
competición 20 largometrajes animados. Entre ellos no faltan los
estrenos millonarios que, como
Big Hero 6 o
Cómo entrenar a tu dragón 2,
mantienen el liderazgo de los grandes —
Disney y de
DreamWorks—.
Finalmente el
OSCAR 2015 de ANIMACION fué para
BIG HERO 6
También
pugnan por la misma estatuilla películas extremadamente pequeñas como
Cheatin’, de Bill Plympton,
el maestro de la animación independiente capaz de dibujarse él sólo
todo su largometraje con papel, lápiz y un presupuesto de poco más de
400.000 euros. “En ocasiones los galardones han demostrado que entienden
el valor de hacer cine nominando filmes realizados fura de los grandes estudios”, comentó
Plympton tras su preselección. Hay más creadores que comparten su filosofía.
Plymptoon Studios
es uno de los muchos estudios emergentes que se han dado a conocer en
los últimos años. Unos han nacido del gusto de un millonario como
Travis
Knight por la animación. El hijo del fundador de
Nike canalizó su
pasión por la animación
stop-motion en
un estudio como Laika, que lleva producidos desde su nacimiento tres películas, una de ellas —
Coraline— candidata al
Oscar, y la misma suerte espera correr en esta edición con
Los boxtrolls. Devolviendo la vida a una técnica que parecía en vías de extinción y con un estilo más cercano al
steam-punk
que al hiperrealismo de la animación por ordenador de los grandes
estudios,
Laika ha sabido marcar la diferencia y competir con los
grandes en sus propios términos.
La puerta también se ha abierto para otros estudios independientes como
Reel F/X que ,con la ayuda del productor mexicano
Guillermo del Toro y el amparo financiero de los estudios
Fox, se ha lanzado al ruedo con
The Book of Life.
Con sede en
Texas, la compañía especializada en efectos visuales ha
continuado la tradición comercial de la animación por ordenador. Sin
embargo, su director,
Jorge Gutiérrez, ha sabido dar un giro en la
estética y en el guion, distanciándose del resto de las producciones.
“Como independiente he podido mantener el control creativo, algo que no
habría conseguido dentro de la industria”, admite el mexicano que además
busca su hueco en ese gigante dormido que es el público hispano. En
otros casos la revolución comenzó desde dentro de uno de estos grandes
estudios. Es el caso de
Warner Bros, cuando creó la unidad que se
encargó del
éxito animado más subversivo del año, La Lego película.
Como asegura el animador e historiador
Tom Sito, son estos pequeños
grandes éxitos los que han hecho ver que sí se puede triunfar en
animación sin necesidad de ser familia de
Mickey Mouse o
Buzz Lightyear.
Entre las 20 aspirantes muchas vienen de fuera, como
Song of the Sea o
The Tale of Princess Kaguya, narrando con animación tradicional cuentos locales ya sean de
Irlanda o de
Japón. Más aún,
Rock in My Pockets
está realizada en
Nueva York pero con financiación extranjera y compite
no sólo en la categoría de mejor película animada sino en la de mejor
filme en habla no inglesa representando a
Letonia, país de su directora,
Signe Baumane.
La proliferación de títulos animados es tal que ha aumentado de 3 a 5 el
número de finalistas en esta categoría. Durante mucho tiempo esa
categoría ha sido considerada para niños, pero, cuando contando tan solo
los ingresos de tres de los contendientes (
Cómo entrenar a tu dragón 2,
Río 2 y
La Lego película),
la recaudación supera los 1.200 millones de euros, es difícil seguir
hablando de un juego: hay que prestar más atención a lo que se cuece en
este mercado.
El diario
LA VOZ del INTERIOR, de
Córboba, nos proporciona los trailers de todos los films.