El street art de Banksy se exhibe con calidad de museo
Un grupo de 150 obras del misterioso artista británico giran en torno de la guerra, el capitalismo y la libertad
Por Elisabetta Piqué, para el diario La Nación, del 24 de Mayo de 2016
ROMA.- Guerra, Capitalismo & Libertad. Es el
título de la mayor muestra hasta ahora dedicada al célebre y misterioso
artista británico conocido como Banksy, ícono del arte urbano, que se
inaugura hoy en esta capital y que se extenderá hasta el 4 de septiembre
próximo.
Una
fundación italiana llamada
Tercer Pilar, que ya hizo otras experiencias
en campo artístico, es la que se encargó de juntar y traer hasta la
ciudad eterna 150 obras del
street artist nacido en
Bristol en
1974, cuyo principal mérito es el de haber logrado mantenerse invisible a
lo largo de las dos décadas en las que dio a conocer su arte.
Se
adapta bien su anonimato a las obras que a partir de los primeros años
del 2000 denunciaron con humor y ferocidad las contradicciones del nuevo
siglo. En especial, las guerras, el capitalismo y la libertad, que fue
el título elegido por los curadores -
Stefano Antonelli, Francesca
Mezzano y
Acoris Andipa- para esta interesantísima muestra. Su mayor
ambición -dicen- es que sea didáctica: que llegue a todo tipo de público
y que el arte contemporáneo, en este caso el
street art, el arte de la calle, sacuda conciencias.
Bomba casera
De hecho, es difícil quedar indiferente ante las pinturas originales, los
stencils,
serigrafías, esculturas y objetos raros -en muchos casos, jamás
exhibidos antes-, que pueden verse en la muestra, como por ejemplo, esa
lata de
Coca-Cola símil bomba casera...
Todo lo que puede admirarse, incluso el
stencil
con la firma de
Banksy con aerosol, proviene de colecciones privadas
internacionales. De hecho, la fundación que organiza
Guerra, Capitalismo
& Libertad se preocupa por aclarar que en esta muestra
no-profit,
el artista "no está asociado ni implicado en esta exposición museal". Y
que todas las obras proceden de coleccionistas privados, entre los
cuales hay famosos como
Brad Pitt.
Stencil: la chapa con la mítica firma del artista que mantiene su anonimato desde hace dos décadas integra la exhibición.
Lo cierto es que se trata del más grande
corpus jamás exhibido
antes del artista urbano, certificado por el organismo denominado "
Pest
Control", la autoridad londinense que desde hace tiempo autentica sus
obras. Las técnicas utilizadas son pintura sobre tela, aerosol,
stencil, imprenta sobre papel, serigrafía, instalación y el cortometraje.
Al
margen de la iconografía relativa a la paz, a la guerra y a la libertad
de los años 2000, presente en la muestra, sus más fervientes
admiradores saben que
Banksy resucitó una vez más su espíritu de
denuncia callejera en diciembre pasado. Entonces, decidió desalojar sus
propias obras del parque temático
Dismaland -una parodia de un parque de
diversiones con animadores deprimidos y tristes-, para alojar a los
refugiados que se agolpan en el paso de
Calais, donde realizó en cambio
una serie de murales, entre ellos
The son of migrant from Syria, representado cínicamente por
Steve Jobs.
Muy
discutido, exaltado y ferozmente criticado, dependiendo de las
ocasiones, en enero pasado
Banksy realizó un grafiti sobre la parte
trasera de la embajada francesa en
Londres que representaba a una joven
mujer en lágrimas (probablemente inspirada en
Cosette, de
Los miserables,
de
Victor Hugo), en cuyos pies había una lata de gases lacrimógenos y
detrás una bandera francesa, en otra dura crítica a la política de
recepción europea a los refugiados. No hace falta decir que el
grafiti-denuncia fue inmediatamente cubierto.
La sede romana de la
muestra es el
Palazzo Cipolla. Se trata de uno de los "palacios"
históricos de
Roma, que se levanta en la céntrica
Via del Corso. El
lugar fue reestructurado justamente para albergar arte contemporáneo,
con una cúpula interior y amplias salas.
Allí se despliega la obra iconoclasta de
Banksy -incluidas 50
covers
de discos- que reserva sin embargo cierta amabilidad cuando representa a
los niños, aun cuando la denuncia es fuerte. Puede asistirse, así, a la
representación de un partido de fútbol en el que el televisor ocupa el
lugar de la pelota.
Dar un nuevo significado a las cosas parece
ser lo que hace, con espontánea creatividad, este artista que capturó la
atención mundial desde su
Bristol natal, con sus murales que lo
llevaron a la fama.
Es así como transforma una célebre escena de
Pulp Fiction con
John Travolta que empuña una banana en lugar de una pistola. O
desacraliza de una vez por todas a la reina
Victoria sentándola a
horcajadas sobre la cabeza de una dudosa e impúdica joven.
No
faltan los toques de humor en esta muestra de realizaciones nacidas y
pensadas para la calle, pero que no supieron resistir el halago de los
coleccionistas. Es evidente, por ejemplo, en la obra que representa un
camión blindado seguido por su correspondiente custodia de motociclistas
que enarbola orgullosamente un
donut (rosquilla) color rosado
sobre el techo. Y parecería un autorretrato la imagen de un joven con
expresión furiosa, sorprendido mientras empuña el spray con el que esta
"decorando" un muro.
La ironía acompaña a la muestra en todo su
recorrido, desde el principio, hasta el final. La última obra, un
paisaje anónimo con marco dorado a la manera de las obras de arte
expuestas en los museos tradicionales, indica con una flecha y con
grandes letras pintadas sobre el vidrio
exit through the gift shop.
Video
AGENCIA EFE ,
Nota sobre donación a una escuela
EL PAIS
En el pasado fin de semana ha desaparecido un mural de
Bansky titulado
"Cabina de Espías", que estaba ubicado en la ciudad de
Cheltenham ( Inglaterra ), donde está radicado uno de los principales servicios de inteligencia británicos, el
GCHQ. Así lo informaron
CADENA SER y
EL PAIS,