miércoles, 7 de mayo de 2014

GUIA de HISTORIETAS en la FERIA del LIBRO



 A continuación reproducimos el artículo completo de Andres Valenzuela aparecido en Pagina 12 de la fecha, lo que avala nuestra percepción del gran incremento que tuvo la actividad en el último año.



En la Feria , con los ojos bien abiertos, es posible encontrarse con un montón de historieta inesperada           


FERIA > GUIA DE LA FERIA DEL LIBRO PARA LOS AMANTES DE LAS HISTORIETAS

Hay más opciones para los comiqueros

Tanto el seguidor de la historieta argentina contemporánea como el fanático de los clásicos en busca de llenar algún hueco en la colección pueden hallar la satisfacción a sus deseos con forma de viñeta en los stands montados en La Rural.
 Por Andrés Valenzuela
Cuando la Feria del Libro ocupaba el Centro Municipal de Exposiciones, los amantes de las historietas la recorrían de memoria: en el piso de arriba acechaban los stands de algunas comiquerías y abajo el de Ediciones de la Flor. Había poco más. Pero la Feria se mudó y, sobre todo, el mundo editorial del noveno arte cambió notablemente en la Argentina. Ahora abundan las editoriales pequeñas y hay muchas ediciones nacionales de historieta extranjera. Entonces, depende de qué quiere leer uno. ¿Historieta argentina contemporánea? ¿Clásicos? ¿Para niños? ¿De superhéroes? ¿Manga? ¿Europea? ¿Independiente? ¿Humor gráfico? Desde hace unos años las opciones se multiplican. Para no perderse en un mundo de globitos y pasillos alfombrados, Página/12 propone a sus lectores una guía comiquera para salir con las bolsas llenas y los pies no tan cansados.



Los sospechosos de siempre

En los últimos cuatro años, el pabellón Azul se convirtió en el espacio que congrega a la mayoría de los stands de historieta. Si uno quiere viñetas, lo mejor es empezar por ahí. Allí se encuentran, en estricto orden alfabético, A4 Editora, Deux Studio, Genesis Comics & Toys, La Revistería, Larp, OvniPress y Plan-T. También otras que incluyen historieta en su catálogo, como De los Cuatro Vientos/Gárgola Ediciones, Libros del Zorro Rojo, Pequeño Editor o Pictus.
El grueso de estos stands se orienta a la historieta extranjera. Genesis ofrece ediciones importadas y merchandising. Plan-T distribuye ediciones españolas de superhéroes a ECC, licenciataria Superman, Batman, la Mujer Maravilla y demás iconos de DC Comics. Los héroes de Marvel Comics se encuentran en el lugar que ocupa OvniPress, una de las editoriales de mayor ascenso de los últimos años. Además de los X-Men, el Hombre Araña, los Avengers y compañía, OvniPress también tiene la licencia de The Walking Dead, Star Wars y Hellboy. De yapa, el sello del platillo volador presentará en esta feria la segunda recopilación de Angela della Morte, serializada originalmente en la revista Fierro. OvniPress suele aprovechar la Feria para hacer algunas campañas promocionales, en general vinculadas a películas del género. Deux Studio también tiene material de ECC y suma algunas novedades propias, como Wanted o Nemesis, tras un año de silencio ante la imprenta. Larp, en tanto, se especializa en manga, aunque en esta edición de la Feria presentará dos libros de autores argentinos que, según anticiparon, estarán firmando ejemplares cada fin de semana. Tras el exilio de la otrora monolítica editorial Ivrea, hoy Larp es el referente del sector. Los títulos de Ivrea, sean ediciones españolas o locales, se encuentran en otros stands, como el de La Revistería.
Aquí una sorpresa: La Revistería achicó su espacio. Según explicó su responsable a este diario, están concentrando energías en la ampliación de su red de comiquerías (ya tiene tres en Capital, una por venir y otra sucursal por abrirse en Uruguay). En su reconversión de distribuidora a cadena minorista cambiaron su experiencia ferial. “Antes veníamos y nos servía para contactar puntos de venta del interior, por ejemplo; eso ahora ya no nos interesa”, confiaron y explicaron que, contra los reclamos que solían recibir de las comiquerías, la Feria del Libro no les implica una baja en las ventas de sus locales habituales. Sin embargo, advirtió que este año los visitantes no encontrarán novedades en su espacio: irán a los locales. En La Rural liquidarán stock (mucho “manga a 10 pesos” y “descuentos por cantidad”) y harán algunas sesiones de firmas de autores argentinos de títulos recientes.
Hay un dato clave para entender el predominio de los títulos extranjeros en este sector: la mayoría de las pequeñas editoriales locales no puede pagar un stand en la feria, con costos de cuatro ceros. Por eso aparecen en stands colectivos (como se verá luego) o en otros establecidos hace rato. El stand de A4 Editora tiene mucha historieta extranjera también, incluyendo unas ofertas de comics de los ’90 en inglés a 15 pesos (de los que vale recomendar la Liga de la justicia internacional, de Giffen y DeMatteis), pero tiene cantidades de historieta argentina en ediciones actuales. Es “el” lugar para encontrar El Eternauta, por ejemplo. Por otro lado, entre los sellos que ofrecen historieta como parte de su catálogo se destaca Pictus, que tiene mucha historieta para niños y ediciones como Etchenike, que adapta las novelas de Juan Sasturain Manual de perdedores.




Para encontrar más producción argentina hay que saltar al pabellón amarillo. Allí están De la Flor y el stand compartido por Orsai, Editorial Común y el proyecto librero-galerístico Moebius. En ese tándem sobresalen las ediciones coquetas y el stand está a tono: probablemente es uno de los más bonitos de toda la Feria, con su piso ilustrado con tizas y laqueado. La alianza disfruta de la presencia constante de dibujantes y autores dedicando libros y haciendo dibujos en público. Esa estrategia no es ajena a los hábitos de Ediciones de la Flor, que desde hace años es un referente del universo del humor gráfico. Además, el sello capitaneado por Daniel Divinsky tiene una línea de novelas gráficas (adaptaciones literarias, en verdad) y este año celebra el 50 aniversario de Mafalda. En este pabellón también está Colihue, que en el último tiempo lanzó dos libros, Transmundo, de Eduardo Mazzitelli y Quique Alcatena, y el de entrevista a Alberto Breccia, por Sasturain. Este sector incluye otra novedad, que es la venta de ejemplares atrasados de Fierro en el stand de Página/12, sobre una esquina del pabellón, frente a la Sala Roberto Arlt.
El pabellón Verde no tiene stands específicos, pero esconde proyectos que de algún modo incluyen historieta. Calibroscopio guarda los libros de Comiks Debris. Riderchail tiene su colección, igual que Latinbooks o V&R. Algo similar pasa con los grandes grupos como Planeta o Penguin House Mondadori y su creciente colección de humor gráfico y stock de ediciones españolas de autores como Art Spiegelman o Chris Ware.



El que busca...

Con los ojos bien abiertos es posible toparse con un montón de historieta inesperada. En el stand de Alemania hay una batea dedicada a la novela gráfica de ese país. El Centro Cultural Coreano tiene lo suyo y en el rincón dedicado a la ciudad invitada (San Pablo) será posible, al menos, escuchar hablar a algunos humoristas gráficos, que llegaron en el contingente de invitados. Además, se da otro fenómeno: hay varias editoriales que tienen editado sólo un libro de historieta, que quizá no promocionaron lo suficiente, o que se disimula en su catálogo dedicado a otros rubros (caso Eterna Cadencia y Beya). Esto ocurre sobre todo en las dedicadas al rubro infantil. Esta “historieta inesperada” vuelve realmente inabarcable cualquier intento por sintetizar la presencia comiquera en la Feria, pero lo cierto es que ya no hace falta ser especialista para encontrar una historieta apropiada al gusto de cada uno.






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