lunes, 18 de abril de 2016

PRONOSTICOS para 2016 del COMIC en ESPAÑA

 

 

 

Reproducción del artículo de Manu Garrido

para ctxt-Contexto y Acción, del 10/2/2016

La resurrección del cómic

El sector inicia 2016 con optimismo, tras sufrir en los últimos años los estragos de la crisis, y pide una promoción cultural equivalente al resto de la industria del libro

por Manu Garrido 

 

 


Es complicado trazar el mercado del cómic —y su industria— en España. La falta de apoyos por parte de las instituciones a nivel nacional, unida a la complicada sostenibilidad de los autores patrios, que suelen abandonar el país en busca de mejores oportunidades en Francia y Estados Unidos, y la incertidumbre a la que se ven sometidos los editores título a título hacen que el cómic en nuestro país sea un medio de vida con pocas garantías. Por no haber, no hay ni cifras oficiales de ventas de la mayoría de ediciones que se publican.

En 2016 cabe preguntarse cuál es la situación. El cómic, como el resto de productos culturales de consumo, ha sufrido en primera persona los estragos de la crisis: desde 2008 muchas colecciones han sido canceladas, por no hablar del drama de libreros y editores que acabaron cerrando sus negocios. Sin embargo, parece que el panorama comienza a despejarse y se atisban los primeros indicios positivos para un mercado que tiene margen para el crecimiento.





Álvaro Pons, divulgador y crítico de la historieta, cree que el momento actual, aunque estable, no deja de ser débil. “Es posible que veamos ya una cierta línea de estabilidad e incluso de crecimiento en el número de títulos publicados, con aparición de nuevos actores editoriales en el panorama incluso, pero no está claro que esto se traduzca en un resultado económico que asiente y cimente una industria del cómic en España”, explica. Lo que sí parece, añade, es que “estamos asistiendo a la definitiva equiparación (o inserción) de la industria del cómic a la del libro, con todas las ventajas e inconvenientes que pueda tener”.

Pons sostiene que en España estamos a años luz de los mercados francés o estadounidense. En cualquier caso, y aunque muchas de las tiradas son tan pequeñas que hacen muy difícil la rentabilidad de las publicaciones, la crisis empieza a dejar respirar a los editores. Eso se ha transformado en los últimos año en la aparición de nuevas editoriales y el auge del cómic en las que ya estaban asentadas. “¿Significa eso  que hay un buen mercado? Por lo menos hay una apariencia de buen mercado, lo que siempre es interesante”, dice Álvaro Pons





Una de esas editoriales que aparecieron pocos años después del terremoto editorial es Milky Way Ediciones, que durante 2015 se ha consolidado con un extenso catálogo enfocado en el cómic de origen japonés, el manga. “Quizás lo más duro ha sido, como en toda empresa, el principio. Hacerse un hueco en las estanterías y que el público reconozca y aprecie tu sello editorial”, comenta Carlos E. Subero, editor de la editorial asturiana. Subero explica que pretenden ser una opción distinta en el mercado de títulos, para lo cual sacan partido de su condición de editorial pequeña: “Nos damos el gusto de poder publicar lo que nos gusta”.




Al otro lado se encuentra David Hernando, que no trabaja para una editorial precisamente pequeña. Es el editor de la línea de cómic del Grupo Planeta, Planeta Cómic. “El cómic en España se ha beneficiado de la caída de otros géneros literarios, ocupando parte del mercado que antes de la crisis le era imposible acceder”, dice David. Y asegura, con respecto al crecimiento del mercado, que “desde 2011 hasta hoy ha ido aumentando cada año a pasos agigantados, si bien en 2015 se ha visto cierta tendencia a estabilizarse”. “El mercado sigue creciendo, pero sobre todo en número de títulos publicados”, aclara.





No se puede explicar la salud actual del cómic en España sin hablar del esfuerzo de promoción y puesta en valor de la historieta por parte de algunos colectivos. Es el caso del Salón Internacional del Cómic de Barcelona. Antoni Guiral es el nuevo director de contenidos del Salón, el más longevo de España en su especie. Guiral se muestra satisfecho con la implicación en el evento, y reconoce que las ayudas existen: “Hay instituciones que se han tomado muy en serio el tema de los cómics, lo que es muy de agradecer”.
Con respecto a la situación del mercado, Antoni Guiral dice que “es evidente que hay una mejora con respecto a los últimos años. De hecho, es difícil encontrar un momento en nuestra historia del cómic en el que haya una oferta tan amplia y variada como la que hay hoy en día”. Y habla de la necesidad de que el Salón continúe “siendo un lugar de encuentro tanto para profesionales como para aficionados o personas que sienten curiosidad por la historieta”. Una puesta en común de lo cultural que este año cumplirá treinta y cuatro ediciones.





Ficomic, organizadora del evento, ya ha abierto el periodo de votaciones para los premios del Salón del Cómic de Barcelona, que reconocerán a las mejores publicaciones y autores del 2015. Unos premios imprescindibles a nivel nacional que este año repartirán cerca de 25.000€ entre sus premiados. “Me gustaría pensar que son importantes, tanto en el sentido de apoyo a la obra de los autores, como en el entramado comercial. El cómic es cultura e industria, y los premios del Salón que, creo, están muy bien divulgados, pueden y han de ser importantes para esos autores o autoras que los ganen y para sus obras y sus editores”, responde Guiral acerca de la importancia del certamen.





En el sur de España, el Salón Internacional del Cómic de Granada le sigue la pista a la Ciudad Condal. Con veintiún años a sus espaldas, el encuentro dedicado al tebeo se prepara para volver al centro de Granada, lugar que acogió sus primeras jornadas. “El cómic en su más amplio espectro necesita una promoción cultural más próxima a la que se hace con el libro, y eso es lo que queremos hacer con el Salón del Cómic de Granada: que el público no tenga que ir a un recinto a buscar y que sea éste el que va adonde está el público”, explica Alejandro V. Casasola, director del evento. Un modelo que triunfa en Angulema y que promete aumentar la oferta de cultura en la ciudad.





Para Álvaro Pons, a pesar de la mejora sustancial del panorama, faltan todos los apoyos. “El cómic debe entrar en igualdad de condiciones en cualquier ayuda a la edición, pero sería fundamental que existiran políticas de promoción y apoyo específicas dedicas a la historieta. Solo se puede mejorar si las instituciones apoyan la cultura, lo que por desgracia hemos visto que ha sido casi una utopía en los últimos años”, concluye.
El mercado muestra su mejor cara y se siente optimista para el nuevo año. Parece ser el momento idóneo para aprovechar esa estabilidad y apostar decididamente por el cómic. El sector editorial ya lo está haciendo, los autores van recuperando terreno y los clientes vuelven a gastar, a juzgar por el incremento de títulos publicados al que hacen referencia los editores. Solo falta el toque de gracia; apostar por un sector cultural que lo tiene todo a su favor y que está dispuesto a seguir creciendo en los próximos años. Si le dejan.











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